"Sapere aude". ¿Vivimos una vida real?
Bienvenidos de nuevo a Hail to the Rock.
Tras dar paso y cabida a muchos grupos míticos e icónicos del rock y del metal, he decidido hablar sobre una formación algo diferente, con un estilo un poco más blando y que, con el paso de los años, ha ido evolucionando. Estos son de origen británico y se les conoce como Coldplay y, si bien es verdad que sus últimos discos han sido bastante discretos o influenciados por las tendencias del momento (sobre todo desde su Mylo Xyloto, 2.011), sus inicios fueron bastante impresionantes y están llenos de temazos que influirán a grupos posteriores y contemporáneos.
El estilo que ha llevado como insignia la banda, sobre todo en sus comienzos, ha ido desde un rock alternativo muy blando hasta un claro pop rock y un actual ¿electronic pop? Los de Chris Martin llevan a sus espaldas una larga trayectoria que les hace meritorios de ser analizados en este blog.
De toda su discografía, he decidido contar con uno de sus mayores y mejores éxitos: Clocks (A Rush of Blood to the Head, 2.002). Esta balada con un ritmo pegadizo ha sido sin duda una canción que será recordada a lo largo de toda la historia de la música. Pero... ¿De qué nos habla exactamente?
Tras dar paso y cabida a muchos grupos míticos e icónicos del rock y del metal, he decidido hablar sobre una formación algo diferente, con un estilo un poco más blando y que, con el paso de los años, ha ido evolucionando. Estos son de origen británico y se les conoce como Coldplay y, si bien es verdad que sus últimos discos han sido bastante discretos o influenciados por las tendencias del momento (sobre todo desde su Mylo Xyloto, 2.011), sus inicios fueron bastante impresionantes y están llenos de temazos que influirán a grupos posteriores y contemporáneos.
El estilo que ha llevado como insignia la banda, sobre todo en sus comienzos, ha ido desde un rock alternativo muy blando hasta un claro pop rock y un actual ¿electronic pop? Los de Chris Martin llevan a sus espaldas una larga trayectoria que les hace meritorios de ser analizados en este blog.
De toda su discografía, he decidido contar con uno de sus mayores y mejores éxitos: Clocks (A Rush of Blood to the Head, 2.002). Esta balada con un ritmo pegadizo ha sido sin duda una canción que será recordada a lo largo de toda la historia de la música. Pero... ¿De qué nos habla exactamente?
The lights go out and I can't be saved
Tides that I tried to swim against
Have brought me down upon my knees
Oh I beg, I beg and plead, singing
Come out of the things unsaid
Shoot an apple off my head and a
Trouble that can't be named
A tiger's waiting to be tamed, singing
You are, you are
Confusion that never stops
The closing walls and the ticking clocks gonna
Come back and take you home
I could not stop, that you now know, singing
Come out upon my seas
Cursed missed opportunities am I
A part of the cure
Or am I part of the disease, singing
You are, you are
You are, you are
You are, you are
Rítmica e instrumentalmente, nos encontramos con un inicio en el que suena una melodía de piano mágica que te transporta al cielo y sonará durante los estribillos acompañada de una batería, que suena como si se tratase de un tambor, y una guitarra eléctrica. Lo característico de esta composición es que, el hihat de la batería suena al mismo compás que el segundero de un reloj y nos envuelve dentro de la canción.
Nos encontramos ante una composición simple pero profunda y llena de significado, con un mensaje contradictorio que invita a su análisis detallado desde una posición de cercanía. Además, Chris Martin nos cuenta que está basada en un estilo que pertenece al grupo británico Muse, ya analizado en este blog.
En cuanto a la temática, nos encontramos (nuevamente) ante una incitación de aprovechar el tiempo en el contexto de un amor disfuncional, contradictorio e impotente que es comparado con un reloj (título de la canción), con el paso inevitable del tiempo. La contradicción de la que nos habla esta canción, de una manera incluso filosófica, la podemos encontrar en los siguientes versos: [...]am I/A part of the cure/Or am I part of the disease [...] (¿Soy yo parte de la cura o parte de la enfermedad?).
Se nos presenta a un sujeto que busca conocer el por qué de las calamidades que le están sucediendo y, para ello, intenta reflexionar si la culpa es suya o de alguien ajeno, incluso aludiendo al tópico filosófico del sapere aude (atrévete a saber). Se cuestiona de esta manera si la existencia que está viviendo es algo real o si, realmente, se le induce algún tipo de recuerdo para hacer que parezca su vida.
Con esta última reflexión que he podido extraer al leer la letra concluimos la entrada de hoy, quizá un poco escasa pero con una gran dificultad de sacar mayores conclusiones de una letra tan ambigua como esta.
No olvidéis nunca: HAIL TO THE ROCK!
Escrito por: Javier Villena Esclapez
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