Worldwired Tour: Barcelona

Los
suecos resonaron a toda potencia abriendo el concierto con su mítico himno Rats y mostrándonos que, pese a ser
artistas invitados, eran capaces de impresionar a propios y extraños con su magnífico
setlist y su maestría al interpretarlo. No pudo faltar en esta ocasión la
visita de nuestra venerable santidad Cardinal
Copia. La recta final del espectáculo supuso el lanzamiento de varias
llamaradas (lástima que todavía el Sol brillara) que sirvieron para,
finalmente, hacernos entrar en calor y prever que lo que se avecinaba iba a ser
todavía más increíble.
A
poco más de pasadas las 21:00 horas comenzaron los gritos y la locura
generalizada al observar en las pantallas gigantes del escenario una
archiconocida imagen y melodía de El
Bueno, el Feo y el Malo que abrieron paso a los primeros riffs de un Hardwired que sonó muy extraño y
diferente. The Memory Remains fue la
segunda canción elegida y sonó con potencia con un sonido ya bien calibrado y un
público entregado que cantaba el estribillo dejando mudo a Hetfield. Tras este
momento tan bien recibido comienzan los pesados y (nunca mejor dicho)
atronadores riffs y golpes de batería de Ride
the Lightning (una maravilla del thrash
metal). The Thing that Should not Be sonó
por vez primera en toda la gira dando paso a una de las más esperadas y
coreadas por el público: The Unforgiven.
Tras esta balada clave en la historia del heavy
metal vendrán dos temas que promocionarán el último disco (Hardwired…to Self-Destruct, 2.016): Here comes Revenge y Moth into Flame dando lugar a un primer
tercio de concierto falto de clásicos ochenteros de la banda, cosa que todos
pedíamos a gritos.
La
tónica del show iba a cambiar cuando
Hetfield preguntó al público si de verdad quería algo heavy de verdad sonando de manera totalmente arrolladora y
demoledora Sad but True, una de las
canciones más pesadas de la banda. Para no cortar con la ola de motivación con
la que los fans contaban (no paraban de celebrar, cantar y corear al grupo) se
marcan un maravillosamente ejecutado Fade
to Black. Tras este tema viene la mayor sorpresa de toda la noche y es que,
Robert y Kirk decidieron tocar y cantar el clásico de rumba catalana de Peret,
el archiconocido El Muerto Vivo para
divertir y hacer reír tanto a metaleros como al público más mainstream. En este punto del concierto
es cuando, de manera inesperada, cortan con la euforia del respetable
comenzando a sonar Frantic, una de
las canciones que forman el malquerido disco de St. Anger (en mi opinión no es una maravilla pero cuenta con algún
tema bastante bueno, como este mismo).
La
mejor parte de la noche no había llegado hasta que la banda decidió tirar de
repertorio y cantar del tirón One, Master of Puppets, For Whom the Bell Tolls, Creeping
Death y Seek and Destroy. Sí, a
cualquier fan del metal le dan ganas de temblar solo de pensar en estos temazos
que, sin duda, estarán grabados eternamente en la historia del rock. Para
acompañar este espectáculo de himnos ejecutados de manera espectacular se dio
un derroche de efectos especiales como luces, láseres que apuntaban al cielo,
fuego y fuegos artificiales que hacían las veces de metralleta. En el caso de Seek and Destroy se pensó en mostrar en
las pantallas las notas de prensa avisando del primer concierto de Metallica en la ciudad de Barcelona en
1.997. Incluso en un pequeño parón dio tiempo a rendir un emotivo tributo al
malogrado bajista de la banda Cliff Burton.
Fue
tras este tremendo aluvión cuando los de San Francisco decidieron tomar un más
que merecido descanso para retomar el concierto por su recta final, sus últimos
tres temas que abrieron con una rareza del último disco: Lords of Summer. El final estaba próximo y el oír el himno por
excelencia de la banda, Nothing Else
Matters, es prueba inequívoca de ello. Pero… una de las bandas pioneras del
thrash no podía cerrar el espectáculo
con una baladita, por lo que comenzaron a sonar los acordes de Enter Sandman, una delicia que fue
acogida por el público de una manera bestial para despedirse como merecen, como
lo que son: una de las mejores bandas musicales que uno puede disfrutar.
Personalmente
fue una suerte y un honor poder asistir a este evento porque, cuando una
persona descubre el mundo del rock con 12 o 13 años piensa que está solo en
este género, que todo es pop y pachangueo, que todos los grandes grupos son
cosas del pasado pero… conforme creces y tienes el placer de ir a conciertos y
festivales descubres que no es así. Sientes que estás rodeado de una gran
cantidad de público que te apoya y sigue aportando nuevas ideas a un mundo que,
le pese a quien le pese, sigue muy vivo y con ganas de innovar y seguir
reventando estadios con clásicos y nuevos himnos en un panorama que no es muy
favorable.
Metallica es una de las únicas bandas
metaleras que ha alcanzado el mainstream,
lo que lleva a ciertas ventajas y desventajas. La formación tiene ciertos
puntos que pueden ser criticados (nadie hace todo perfecto en 38 años de
carrera) pero, muchos otros que hacen que todo lo que han conseguido sea
totalmente meritorio. La manera que tienen Hetfield, Hammet, Ulrich y Trujillo
de moverse y de darlo todo en el escenario demuestra que ellos son los primeros
en disfrutar siendo felices al observar nuestras caras de estupefacción y la
potencia de nuestros vítores y aplausos.
Nunca
lo olvidéis: HAIL TO THE ROCK!
Escrito por: Javier Villena Esclapez
Dedicado a la mejor compañía que uno puede tener dentro de un concierto: srta.valera_
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ResponderEliminarSin duda. Una oportunidad que solo pasa una vez en la vida y que disfruté como nadie. Me encanta que hayáis podido leer esta maravillosa experiencia. Un saludo.
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